sábado, 4 de abril de 2020

LA REPUBLICA DE BOLIVAR



Bandera de la Republica de Bolivar 


Entre los Heroes mas destacados de la historia mundial se encuentra el Libertador de America del Sur "Don Simon Jose Antonio de la Santisima Trinidad Bolivar Palacios Ponte y Blanco" 
 
Apoteosis del Libertador

Al finalizar la Guerra de Independencia contra el Imperio Español se creo en homenaje al Heroe de la Guerra un Pais que llevo su nombre y que en la actualidad se denomina "Estado Plurinacional de Bolivia":

El Libertador Coronado por Angel

Dijo el Libertador:

"Mi desesperación se aumenta al contemplar la inmensidad de vuestro premio, porque después de haber agotado los talentos, las virtudes, el genio mismo del más grande de los héroes, todavía sería yo indigno de merecer el nombre que habéis querido daros, ¡el mío!!! 

¡Hablaré yo de gratitud, cuando ella no alcanzará jamás a expresar ni débilmente lo que experimento por vuestra bondad que, como la de Dios, pasa todos límites! 

Sí: sólo Dios tenía potestad para llamar a esa tierra Bolivia... ¿Qué quiere decir Bolivia? Un amor desenfrenado de libertad, que al recibirla vuestro arrobo, no vio nada que fuera igual a su valor. 

No hallando vuestra embriaguez una demostración adecuada a la vehemencia de sus sentimientos, arrancó vuestro nombre, y dio el mío a todas vuestras generaciones. 

Ésto, que es inaudito en la historia de los siglos, lo es aún más en la de los desprendimientos sublimes.

 Tal rasgo mostrará a los tiempos que están en el pensamiento del Eterno, lo que anhelabais la posesión de vuestros derechos, que es la posesión de ejercer las virtudes políticas, de adquirir los talentos luminosos, y el goce de ser hombres. 

Este rasgo, repito, probará que vosotros erais acreedores a obtener la gran bendición del Cielo —la Soberanía del Pueblo— única autoridad legítima de las Naciones". (Simón Bolívar)



viernes, 3 de abril de 2020

SOBRE EL AMOR PLATONICO: "EXTRACTOS DEL BANQUETE O EL SIMPOSIO" DE PLATON


Erastés y Erómeno besándose 

Véase los términos Erastés y Erómeno en el BREVE DICCIONARIO DE CIENCIAS HEROICAS


El siguiente Post muestra el concepto original del Amor Platónico … un amor entre Hombres … un amor homosexual; en ningún momento el amor ateniense excluye a la mujer pero se enfoca mayormente en el amor de tipo homosexual … aquí les dejo unos extractos del texto "Simposio o El Banquete" de Platón: 


Erastes toca al Eromeno

"Creo que estoy bastante bien preparado para narraros lo que me pedís, porque últimamente cuando desde mi casa de Faleron regresaba a la ciudad, me vio un conocido mío que iba detrás de mí y me llamó desde lejos y bromeando: ¡Hombre de Faleron, Apolodoros! ¿No puedes acortar el paso? -Me detuve y lo esperé-. Apolodoros, me dijo, te buscaba precisamente. Quería preguntarte lo que pasó en la casa de Agatón el día en que cenaron allí Sócrates, Alcibíades y algunos otros. Se dice que toda la conversación versó sobre el Amor". 

Encontré a Sócrates, me dijo, que salía del baño y contra su costumbre llevaba sandalias. Le pregunté adónde iba tan compuesto. -Voy a cenar en casa de Agatón, me contestó. Rehusé asistir a la fiesta que dio ayer por temor al gentío, pero me comprometí a ir hoy; por esta me ves tan engalanado. Me he compuesto mucho para ir a casa de un guapo mozo.

Sócrates se sentó, y cuando él y los otros convidados terminaron de cenar, se hicieron las libaciones y cantó un himno en honor del dios y después de todas las otras ceremonias religiosas ordinarias, se habló de beber. 

Erastés toca el miembro de un Erómeno
(Distinto angulo de la Vasija anterior)  


Akusilaos comparte la opinión de Hesíodo. Así pues, de un común acuerdo, es el Amor el más antiguo de los dioses y de todos ellos el que más beneficios concede a los hombres.

 Porque no conozco ventaja mayor para un joven que tener un amante virtuoso y para un amante que amar un objeto virtuoso

Abolengo, honores, riquezas, nada puede inspirar al hombre como el Amor lo que es necesario para llevar una vida honorable: quiero decir la vergüenza de lo malo y la emulación del bien.

Sin estas dos cosas es imposible que un particular o un Estado hagan nunca nada gracioso ni bello. 

Hasta me atrevo a decir que un hombre que ama cometiera una mala acción o recibiera un ultraje sin rechazarlo, no habría padre ni pariente ante quienes este hombre tuviera más vergüenza de presentarse que ante aquel a quien ama. Y vemos que lo mismo sucede al que es amado, porque jamás estará tan abochornado como cuando su amante le sorprende en cualquier falta. 

De manera que si por cualquier obra de encantamiento un Estado o un ejército pudiera estar compuesto solamente de amantes y de amados, no existiría otro pueblo que profesara tanto horror al vicio ni estimara tanto la emulación a la virtud. 

Hombres así unidos, aunque fueran en corto número, podrían vencer a los demás hombres. Porque si hay alguien de quien un amante no quisiera ser visto arrojando al suelo sus armas o abandonando sus filas, es el que ama; preferiría morir mil veces antes que abandonar en el peligro a su bienamado y dejarle sin auxilio, porque no hay hombre tan cobarde a quien Amor no infunda el mayor valor y no lo convierta en un héroe.


            Erastés y Erómeno 


Lo que decía Homero de los dioses que inspiran audacia a ciertos guerreros puede decirse con más justicia del Amor que de ninguno de los dioses. Únicamente los amantes son los que saben morir el uno por el otro. Y no solamente los hombres sino también las mujeres han dado su vida por salvar a los que amaban. Grecia ha visto el admirado ejemplo de Alceste, hija de Pelias; sólo ella se prestó a morir por su esposo, a pesar de tener éste padre y madre; su amor sobrepujó tanto al cariño y a la amistad de aquéllos que comparados con ella parecieron ser unos extraños para su hijo, y su parentesco no más que nominal. Y aunque en el mundo se hayan llevado a cabo nobilísimos actos, sólo hay muy pocos que hayan logrado rescatar de los infiernos a los que a éstos descendieron; pero la acción de Alceste pareció tan bella a los hombres y a los dioses, que éstos, prendados de su valor, la volvieron a la vida. Verdad es que un amor noble y generoso se hace estimar hasta de los mismos dioses. 


                              Erastes y Erómeno 

»No trataron así a Orfeo, hijo de Oiagros, al que enviaron a los infiernos sin concederle lo que pedía. En vez de devolverle su esposa, a la que iba a buscar, no le enseñaron más que su fantasma, porque, como músico que era, le faltó valor, y en vez de imitar a Alceste y morir por la que amaba, se ingenió para descender en vida a los infiernos. Por esto, indignados los dioses, le castigaron por su cobardía, haciéndole perecer a mano de las mujeres. En cambio, honraron a Aquiles, hijo de Tetis, y le recompensaron enviándole a las islas Afortunadas, porque habiéndole predicho su madre que si mataba a Héctor moriría en seguida después, y que si no le combatiera, volvería al hogar paterno, donde moriría después de edad muy avanzada, no vaciló, sin embargo, ni un instante en defender a su amante Patroclo y en vengarle con desprecio de su propia vida, y quiso no sólo morir por un amigo, sino hasta morir sobre el cuerpo de aquel amado. Por esto los dioses le tributaron más honores que a hombre alguno en su admiración ante aquel testimonio de abnegación por aquel de quien era amado. Esquilo se burla de nosotros cuando nos dice que Aquiles era el amante de Patroclo, él que no sólo era más bello que Patroclo, sino que todos los otros héroes.


                              Erastes y Erómeno 

Toda acción por sí misma no es bella ni fea: lo que hacemos actualmente, comer, beber, discurrir, nada de esto es bello por sí mismo, pero puede serlo por la manera como se haga: bello si se hace según las de la justicia y la honorabilidad, y feo si se hace contra estas reglas. Lo mismo sucede al amar. Todo amor en general no es ni bello ni digno de encomio, sino únicamente el que nos incita a amar honradamente. El Amor de la Venus popular es popular también y no inspira más que bajezas; el Amor que reina entre los malos, que aman sin selección lo mismo a las mujeres que a los jóvenes, al cuerpo más que al alma, mientras más insensato se es, se es tanto más solicitado por los malos, que sólo aspiran al goce sensual, y con tal de conseguirlo poco les importan los medios con que lo logran. De aquí procede el que hagan cuanto se les ocurre, lo mismo lo bueno que lo contrario, porque su Amor es el de la Venus más joven, que nació del varón y de la hembra. Pero como la Venus celestial no nació de la hembra, sino sólo del varón, el Amor que la acompaña no busca más que a los niños. Afecto a una diosa de más edad y que por tanto no tiene los fogosos sentidos de la juventud, aquellos a quienes inspira no aman más que al sexo masculino naturalmente más fuerte y más inteligente. He aquí las características por las cuales se podrá reconocer a los verdaderos servidores de este Amor: no se sienten atraídos por una gran juventud, sino por jóvenes cuya inteligencia comienza a desenvolverse, es decir, a los cuales les apunta el bozo. Porque su objeto no es, a mi parecer, aprovecharse de la imprudencia de un joven amigo y seducirle para dejarle después, y riéndose de su victoria correr tras cualquier otro; se unen con el pensamiento de no separarse más y pasar toda la vida con el que aman. Sería verdaderamente deseable que existiera una ley que prohibiera amar a mancebos demasiado jóvenes para evitar emplear su tiempo en una cosa tan incierta, porque ¿quién sabe en lo que se convertirá un día esa juventud?, porque con los niños el porvenir es dudoso, se ignora cómo se volverán el cuerpo y el espíritu y si sus inclinaciones los encaminarán hacia el vicio o la virtud. Los sabios y prudentes se imponen voluntariamente una ley tan justa, pero sería preciso hacerla observar rigurosamente a los amantes populares de que hablamos y prohibirles estas clases de contratos como se les impide en la medida de lo posible amar a las mujeres de condición doble, puesto que no tienen derecho a amarlas. Ésos son los que han deshonrado al amor, hasta el extremo de que algunos han dicho que es vergonzoso conceder favores a los amantes. Su amor intempestivo e injusto a una exagerada juventud es el único que ha dado lugar a una opinión semejante, puesto que nada de lo que se hace inspirándose en los sentimientos de sabiduría y honradez puede ser censurado justamente. 


Erastés y Erómeno 


Las leyes que reglan el amor en los otros países son fáciles de comprender por su sencillez y precisión. En la ciudad de Atenas y en las de Lacedemonia son complicadas y dificultosas y la costumbre está sujeta a explicación.

En la Élida, por ejemplo, y en Beocia, donde la gente se muestra poco hábil en el arte de la palabra, se dice sencillamente que es bueno conceder sus favores a quien nos ama; nadie, joven ni anciano, lo encuentra mal. Es preciso creer que en estos países se ha autorizado así el amor para allanar dificultades y que no haya necesidad de recurrir a artificios del lenguaje de los que sus habitantes no son capaces.

En la Jonia y en todos los países sometidos al dominio de los bárbaros está declarada esta costumbre como vergonzosa e igualmente se han proscrito la filosofía y la gimnasia.

Erastés y Erómeno 


Y todo esto, sin embargo, no sólo no está mal en un hombre que ama, sino que, al contrario, le sienta maravillosamente; no solamente se soportan las bajezas sin ver en ellas nada deshonroso, sino se le aprecia como a un hombre que cumple bien su deber; y lo más extraño todavía es que los amantes son los únicos perjuros a los que no castigan los dioses, porque se dice que en el amor no obligan los juramentos, ya que es verdad que en nuestras costumbres los hombres y los dioses permiten todo a los amantes.

No hay, pues, nadie que acerca de esto no esté persuadido de que en esta ciudad es muy loable amar y ser amigo del amado. Y desde otro punto de vista, si se concediera con qué cuidado coloca un padre cerca de sus hijos a un preceptor que vele por ellos y que el deber principal de este preceptor es impedir que hablen con los que los aman; que sus mismos camaradas se burlan de ellos si los ven mantener un comercio semejante y que los ancianos no se oponen a estas burlas y no riñen a sus autores; al ver esto que es costumbre en nuestra ciudad, ¿no se creería que vivimos en una país donde la gente se avergüenza de formar semejantes amistades íntimas? He aquí como hay que explicar esta contradicción: el amor, como dije antes, no es bello ni feo por sí mismo.

Llamo hombre virtuoso al amante popular que ama al cuerpo con preferencia al alma, porque su amor no podrá ser duradero, pues que ama una cosa que no dura. Cuando la flor de la belleza que él ama se marchite, le veréis desaparecer sin acordarse de sus palabras ni de ninguna de sus promesas. Pero el amante de un alma bella permanece fiel toda la vida porque ama lo que es duradero. Por esto quiere la costumbre que antes de obligarnos examinemos bien; que nos entreguemos a unos y huyamos de otros; la costumbre anima a unirse a aquéllos y a evitar a éstos, porque discierne y juzga de qué especie es el que ama lo mismo que el que es amado.



Simposio o Banquete 

También es vergonzoso ceder a un hombre rico y poderoso, sea que se sucumba por temor o por debilidad o por dejarse deslumbrar por el dinero o por la esperanza de conseguir empleos, porque aparte de las razones de esta índole no puede engendrar nunca una amistad generosa, se basan además sobre fundamentos poco sólidos y poco durables. Queda un solo motivo con el cual, según nuestras costumbres, se puede favorecer honorablemente a un amante, porque lo mismo que el servir voluntariamente un amante al objeto de su amor nos es considerado como adulación y no se le reprocha, hay también una especie de servidumbre voluntaria que nunca puede ser criticada, y es aquella a que uno se obliga por la virtud. Nosotros estimamos que si un hombre se une a otro en la esperanza de perfeccionarse, gracias a él, en una ciencia o en la virtud, esta servidumbre voluntaria no tiene nada de vergonzosa y no puede ser calificada de adulación.

Es preciso que se mire al amor como a la filosofía y a la virtud y que sus leyes tiendan al mismo fin que la de éstas, si se quiere que sea honorable favorecer al que nos ama; porque si el amante y el amado se aman mutuamente en estas condiciones, a saber, que el primero, agradecido a los favores del que ama, esté dispuesto a prestarle cuantos servicios le permita rendirle la equidad, y que por su parte el amado tenga con él todas las complacencias convenientes en reconocimiento del empeño de su amante en tomarle sabio y virtuoso: si el amante es verdaderamente capaz de infundir ciencia y virtud al que ama, y el amado tiene un verdadero deseo de adquirir instrucción y ciencia, si todas estas condiciones se reúnen, únicamente entonces será decoroso conceder sus favores a quien nos ama.

He aquí, amigos míos, lo que elogio en Sócrates y de lo que le acuso, porque he unido a mis elogios el relato de los ultrajes que me ha inferido. Y no soy yo solo a quien ha tratado así, porque también ha engañado a Charmides, hijo de Glauco, a Authydemos, hijo de Diocles, y a una porción más de jóvenes aparentando ser su amante cuando más bien representaba cerca de ellos el papel del bien amado. 




-¡Ves, Júpiter, exclamó Alcibíades, lo que me hace sufrir este hombre! Se imagina que puede imponerme la ley en todo. Permite al menos, maravilloso Sócrates, que Agatón se coloque entre nosotros dos. -Imposible, dijo Sócrates, porque acabas de pronunciar mi elogio; ahora me toca a mí hacer el de mi vecino de la derecha. Mas si Agatón se coloca a mi izquierda, no hará seguramente de nuevo mi elogio mientras no haya hecho yo el suyo. Deja venir, pues, a este joven, mi querido Alcibíades, y no le envidies las alabanzas que estoy impaciente por prodigarle.

Doquier se encuentre Sócrates, su único sitio está al lado de los jóvenes. Y ahora mismo ved ¡qué 
pretexto tan fácil y plausible ha encontrado para que Agatón se coloque a su lado! 


                                                                                              SYMPOSIUM 



martes, 18 de septiembre de 2018

BREVE DICCIONARIO DE CIENCIAS HEROICAS

AEDO

ALEGORÍA


Alegoría de la Justicia y la Paz
del pintor Giaquinto Corrado 

ASCENSIÓN:

ASUNCIÓN: 

APOTEOSIS:  ceremonia que hacían los paganos para colocar a los Emperadores en el número de los Dioses. A los inventores de algún arte util los elevaban también a Deidades. 


"Apoteosis del Libertador de América del Sur don Simón Bolívar". 


BLASÓN: 

CABALLERO

CABALLERÍA: 

CANTAR DE GESTA: 

CAUTIVA: 


CONSAGRACIÓN: en términos de Medallistas, lo mismo que Apoteosis. 
Se dice también de las ceremonias y bendiciones con que una cosa profana se dedica a Dios.  
Las ceremonias que hacían para la APOTEOSIS, o traslación de los Emperador y compañía, entre los Dioses. 
Antiguamente decían Consangramiento.  

ERASTES: En la Grecia antigua, el erastés (en griego ἐραστής, 'amante') era un hombre adulto comprometido en una pareja pederástica con un adolescente, llamado erómeno.

Un erastés era generalmente un ciudadano influyente de la clase alta, comprometido en la vida social y política de su polis, que gozaba de cierta fortuna. Aunque algunas veces estaba casado y era padre de familia, generalmente esta relación tenía lugar antes del matrimonio, que en el caso de la sociedad griega era tardío, ya entrada la treintena.
Asumir la carga de una relación pederástica era costoso: por ejemplo, en el caso de Creta, las fiestas que clausuraban el período de prueba suponían un banquete (simposio) y varios regalos rituales prescritos: un buey, para sacrificar a Zeus; un equipo militar, para significar que el erómeno era en adelante un guerrero que podía defender a su ciudad; y una copa, para manifestar que el erómeno podía participar en adelante en los banquetes (simposios) de los hombres. En otras ciudades, los ritos y regalos eran diferentes pero igualmente caros, y no era raro que los amigos del erastés ayudaran a costear el gasto, acontecimiento que reunía a los amigos de una y otra parte, como una fiesta de familia.
Además de convertirse en el amigo y amante del muchacho, el erastés adquiría un estatus similar al de un familiar masculino del chico y era responsable de su educación, en especial de su formación militar. 
ERASTES Y EROMENO

EROMENO: En la Grecia antigua, un erómeno (en griego ἐρώμενος erómenos, pl. ἐρώμενοι erómenoi) es un adolescente comprometido en una pareja pederástica con un hombre adulto, llamado erastés.
Un joven muchacho era susceptible de convertirse en erómeno desde el momento en que salía de la estancia de las mujeres, el gineceo, para frecuentar la palestra, donde recibía una educación intelectual y física.
Este estatus social, aunque reconocido y codificado por las sociedades antiguas, era practicado sobre todo por la aristocracia, más habitualmente en el orden ecuestre – Curetes o Kourètes.
Se consideraba que la aparición de la barba en el mentón del joven ponía fin a la posibilidad de este estatus social, si bien algunas veces continuaban las relaciones iniciadas con anterioridad.

ERASTES BESA AL EROMEMO 

EPICA:  


"Alegoría a la Consagración o Apoteosis de los franceses caídos en la Guerra de Liberación".

DINASTÍA: 

ESPEJO DE PRÍNCIPES: 

ESTIRPE: 

GUERRA:  

HERÁLDICA


HÉROE: entre los antiguos, era un grande e ilustre personaje de naturaleza mortal, pero que los pueblos le miraban como partícipe de la inmortalidad, y le ponían después de su muerte en el orden de los Dioses. Hoy se toma ya Héroe más generalmente por un hombre ilustre y de Extraordinario mérito. 



"George Washington Cruzando el Río Delaware" .

"El Libertador General José de San Martín" Sueña con la Patria,
obra del pintor Pedro Blanqué.

HEROICO

HEROÍNA: mujer que tiene virtudes Heroicas, que ha hecho alguna acción Heroica. 


ÓLEO DEL PINTOR CHUQUISAQUEÑO DAVID MOREIRA VILLA, EN CONMEMORACIÓN A LA BATALLA DEL 27 DE MAYO DE 1812.
A LAS "HEROÍNAS DE LA CORONILLA"
 en Cochabamba. 
Juana de Arco, empuña su Espada
Asunción de Santa María Purísima Semper Virginis a los Cielos 



EPOS: latín Epos, sentencia,verso, poema, y especialmente se dice del verso hexámetro, en que se cantan acciones heroicas.  

FLECHEROS: 

GENEARCA

ICONO


ICONOGRAFIA


ICONOLOGÍA 


INFANZÓN: 


JARCHAS


LANCEROS

LITERATURA CABALLERESCA: 


POEMA:

POESÍA: 

POETA: 

PROFETA:

MAESTRANZAS DE CABALLERÍA O REALES MAESTRANZAS DE CABALLERÍA: 

ÓRDENES DE CABALLERÍA: 

RAPTO: 

RAPSODIA: 

RAPSODIO: 

SIMBOLO:


SIMBOLOGIA


SIMBÓLICO 


SOBERANO: 



SOBERANÍA: 

SUBLIME:  

BIENVENIDOS

Este es el primer Blog pionero en el continente de América dedicado al estudio científico de las disciplinas Heroicas, Heroínas & Héroes que han creado el mundo. Dichas Disciplinas narran la "Épica", el "Discurso Heroico" propio de cada época de la Humanidad, su Cultura y Nación.


CABALLEROS MEDIEVALES 

Son Disciplinas Heroicas: 

  • La Mitología                    
  • La Heráldica 
  • La Vexilología 
  • La Numismática 
  • La Poesía Épica o Canto  Épico 
  • La Literatura Caballeresca 
  • La Música Épica 
  • Los Discursos Heroicos u Oratoria Épica 
  • El Derecho Nobiliario o Nobiliaria 
  • El Derecho Premial 
  • La Sigilografía
  • La Diplomática
  • La Filología 
  • La Arqueología 
  • La Paleografía 
  • Las Lenguas Muertas 
  •  La Literatura Fantástica                               
La particularidad de estas "Disciplinas Heroicas" es que no emanan datos precisos, si no que narran una Historia Fantástica que surge de los sentimientos de las Heroínas & de los Héroes, reales o mitológicos, que están plasmados en los registros Históricos & Mitológicos. 


ARISTOTELES Y SU PUPILO ALEJANDRO III DE MACEDONIA 

Para Comenzar a indagar en las "Ciencias Heroicas" sugiero leer y consultar siempre el "BREVE DICCIONARIO DE CIENCIAS HEROICAS ".  

Paredes Juan 
Editor 


LA ACADEMIA DE PLATON